Esta propuesta surge con la convicción de que la identidad de las instituciones, así como de las personas, se construye en interacción con los demás. Y, en tal sentido, es necesario repensar ciertas prácticas comunicacionales establecidas y planificar y desarrollar otras en línea (y en constante construcción) con la identidad institucional. Para eso, se analizan y problematizan aspectos, conceptos y prácticas que hacen a la comunicación diaria en las instituciones, partiendo de la premisa de que es imposible no comunicar.